Balance de mitad de año para el sector inmobiliario

El 2023 ha sido un año difícil para los negocios inmobiliarios en Colombia. Según las cifras de Camacol, la venta de vivienda se ha reducido un 66% frente al año anterior y los constructores están reportando un alto número de compradores que están desistiendo de negocios ya firmados. A lo anterior, se suma que como consecuencia de la incertidumbre política, los inversionistas extranjeros no están invirtiendo en el país como antes.

 

Ahora bien, se empiezan a ver señales de que las perspectivas económicas del sector inmobiliario podrían mejorar. Parece que la inflación se está controlando por lo que, eventualmente, deberían bajar las tasas de interés. Adicionalmente, el Ministerio de Vivienda ha manifestado que realizó una adición a su presupuesto que le permitirá entregar 75.000 subsidios de “Mi Casa Ya” en este año. Todo lo anterior me hace pensar que la venta de vivienda debería reactivarse en lo que queda del año.

 

Por otro lado, hay grandes oportunidades para negocios inmobiliarios en el turismo. En los últimos años Colombia se ha posicionado como un destino turístico en el mundo: Cartagena sigue lleno de visitantes y Medellín de “nómadas digitales”. Sin embargo, existe una falta de claridad normativa para esquemas turísticos no tradicionales, como el de vivienda turística. Por lo anterior, es importante que las autoridades impulsen instrumentos normativos que diferencien entre los requisitos que debe cumplir un hotel y una vivienda turística, especialmente en asuntos urbanísticos como uso del suelo y normas de sismo resistencia.

 

Adicionalmente, con la promulgación del Plan Nacional de Desarrollo se revivió el derecho real de superficie. A través de esta figura, las entidades públicas pueden entregar a terceros la tenencia de inmuebles de uso público donde exista infraestructura de transporte para su explotación económica por un periodo de hasta 80 años. Por ejemplo, por medio del derecho real de superficie se podría permitir el desarrollo de un centro comercial sobre una estación de metro. Esta figura tiene mucho potencial ya que permite el desarrollo de proyectos inmobiliarios en zonas donde antes hubiera sido imposible. Además, la ejecución de estos proyectos beneficiaría tanto al Estado, como a privados. Sin embargo, al tratarse de una figura nueva, es importante que las ciudades ajusten su normatividad urbanística para que en la práctica se posible desarrollar estos proyectos.

 

Por último, parece que finalmente el esquema de vivienda multifamiliar en arriendo, también conocido como multifamily, está despegando. Este modelo, que ya se encuentra muy consolidado en países como Chile y Estados Unidos, consiste en proyectos de vivienda para ser entregados en arrendamiento, que pertenecen a un único dueño y que son operados por una sociedad especializada. Teniendo en cuenta que, según cifras del DANE 4 de cada 10 hogares en Colombia vive en arriendo, este modelo tiene mucho potencial para consolidarse en el país.

 

 

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